viernes, 30 de marzo de 2012

¿Sabes que quiero?



El otro día, mientras ibas camino a la Universidad te llamé y en la charla surgió la pregunta: “¿Qué quieres?”, me dijiste. Sin titubear respondí: “¡quiero estar contigo!


¿Sabes? La verdad es que eso no es lo único que quiero, también…


Quiero despertar y verte junto a mí.
Quiero llevarte el desayuno a la cama.
Quiero secar tus lagrimas cuando estés triste.
Quiero lucirme en la cocina al prepararte la cena.
Quiero detener el tiempo cuando te bese.
Quiero tomar un sorbo de tu taza de café.
Quiero usar tu abdomen de almohada mientras hacemos planes para el fin de semana.
Quiero recostarme en un colchón de hojas secas contigo.
Quiero que vayamos en la dirección contraria a lo que el mundo nos indica.
Quiero que tomes mi mano y caminemos bajo la lluvia.
Quiero llamarte al móvil y decirte: "Cariño ¿falta mucho para que llegues? Ya tengo ganas de abrazarte”. 
Quiero que nuestros corazones aceleren sus latidos al pensarnos, al mirarnos, al sentirnos.
Quiero sentarme junto a ti en la playa para contemplar el mar.
Quiero saber que en tus brazos está mi hogar. 
Quiero poner un regalo para ti bajo el árbol de Navidad.
Quiero darte un masaje en la espalda.
Quiero tener una fotografía nuestra en el buró. 
Quiero que me regales una rosa cuando menos me lo espere o un girasol o cualquier otra flor. 
Quiero que tengamos nuestra canción. 
Quiero que me robes el aliento.
Quiero que me desvistas.
Quiero que hagamos el amor hasta que nuestros cuerpos queden exhaustos.
Quiero que seas mi gran historia de amor.
Quiero amarte hasta el último suspiro. 
Quiero que sepas que...
TE QUIERO, TE QUIERO, TE QUIERO…

sábado, 24 de marzo de 2012

Intrucciones para la vida



En el fondo, no hay nada que hacer. Siempre tendrás dieciocho, porque eres joven sólo una vez, pero inmaduro para siempre.


No hay instrucciones para la vida. Pero si las hubiera, serían estas:
- Haz una lista de todo lo que no te gusta de ti y luego tírala. Eres el que eres. Y después de todo, no es tan malo como te imaginas un domingo de cruda.


- Tira el equipaje de sobra. El viaje es largo, cargar no te deja mirar hacia delante. Y además jode la espalda.


– No sigas modas. En diez años te vas a morir de vergüenza de haberte puesto eso, de todas maneras.


– Besa tanto como puedas. Deja que te rompan el corazón. Enamórate, rómpete la cara, y vuelve a levantarte. Quizá hay un amor verdadero. Quizá no. Pero mientras lo encuentras, lo bailado quién te lo quita.


- Come frutas y verduras. Neta, vete acostumbrando a que no vas a poder ingerir chatarra toda la vida.


- Equivócate. Cambia. Intenta. Falla. Reinvéntate. Manda todo al carajo y empieza de nuevo cada vez que sea necesario. De veras, no pasa nada. Sobre todo si no haces nada.


- Prueba otros sabores de helado. Otras cervezas, otras pastas de dientes.


- Arranca el coche un día, y no pares hasta que se acabe la gasolina.


- Empieza un grupo de rock. Toma clases de baile. Aprende italiano. Invéntate otro nombre. Usa una bicicleta.


- Perdona. Olvida. Deja ir.


- Decide quién es imprescindible. Mientras más grande eres más difícil es hacer amigos de verdad, y más necesitas quien sepa quién eres realmente sin que tengas que explicárselo. Esos son los amigos. Cuídalos y mantenlos cerca.


- Aprende que no vas a aprender nada. Pero no hay examen final en esta escuela. Ni calificaciones, ni graduación, ni reunión de exalumnos, gracias a Dios. Felices treinta, viejo. ¡Bienvenido al resto de tu vida!

El texto fue tomado de la cinta Efectos Secundarios y ha sido modificado para el blog.