¡Uy si
las paredes hablarán! Seguramente revelarían las veces que nos hemos desnudado
con la mirada, las veces que hemos recorrido nuestros cuerpos y los solos que
nos aventamos con gemidos… Las veces que hemos mojado las ganas y las otras
tantas que humedecemos los deseos.
Si
las paredes hablaran, seguramente vociferarían la envidia que nos tienen. Y es
que cuando de materializar el amor se trata, nosotros no somos avaros todo lo
contrario, somos generosos. Demasiado, diría yo.
Yo
te ofrezco el mejor vino, ése que sólo se bebe de mi piel y tú me das la mejor
miel, ésa que sale de tus labios. Luego, entre caricias y juegos, dejo que la
inspiración se apiade de ti, te seduzca y... Lentito, lentito plasmas tu poesía
en mi espalda con la tinta de tus labios.
Te pierdes en mis piernas, te encuentras
en mis manos, nuestros cuerpos estremecidos, soy tan tuya, tú tan mío.
Corazones que se conjugan en un sólo verbo, almas que son una sola rima. La
electricidad del universo concentrada en un momento, un instante. Un instante
en el que vivo, un instante en el que muero.
2 comentarios:
muy buen texto, y afortunadamente las paredes no hablan, y todo aquello se queda en momentos.
Saludos y letras
Las paredes se hcieron para estrellar a nuestra amor contra ellas al momento de darle los besos más indecentes y pasionales que puedan existir.
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